Agotado e indeciso ante la incertidumbre del presente. La vida ya no me permite soñar con el futuro porque el presente, inquietante tantas veces, me tiene atado de pies y manos. Menos mal que aún no me ha puesto esparadrapo en la boca... y me deja pensar. Y así sigo: flexionando sin tiempo para ponerle delante un "re".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Somos lo que pensamos y también lo que decimos...