Ayer me acordé del auténtico Rey León de San Mamés, de Lezama: Julen Guerrero. No sé si muchos seguidores del Athletic de Bilbao se pasarán habitualmente por este blog, pero ésta que voy a dar es mi opinión más sincera, después de haber estado recabando durante mucho tiempo información por Internet de lo sucedido con y contra su persona, y mi conclusión es ésta: sus propios compañeros le ningunearon por pura envidia, y los últimos entrenadores de su brillantísima carrera fueron cómplices de aquella barbarie futbolística... y qué decir de los presidentes que pasaron por allí, dejando escapar (y echando) a su máxima estrella... ¡Qué triste!
Conversando con mi padre, cuando semana tras semana no le alineaban injustamente (y sin motivo aparente y el Athletic seguía perdiendo) él y yo hacíamos todo tipo de cábalas al respecto de qué podría estar pasando, del por qué maltrataban así a Julen Guerrero, un jugador que le había dicho NO al Madrid, al Barça y al Milán por seguir en su Bilbao... pero nunca supusimos que fueron sus propios compañeros, en plan clan cavernícola, quienes hicieron fuerza, y la vida imposible, para derrocar al mejor jugador que ha tenido ese club... desde que se ve todo "en color". Y muy orgulloso acabo por hoy confesando que no pudo aguantar ni contener las lágrimas el día de su despedida, porque yo era JulenGuerrerista como el que más... y lo seré siempre. ¡Julen Guerrero: Ejemplo de persona 10 dentro y fuera del terreno de juego!
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