Día 20130704

Hoy en El Estado Imperfecto sugiero que hagan un ejercicio muy veraniego y muy sencillito: imagínense cualquier canción ye-yé de las más míticas del gran Augusto Algueró mientras se ven paseando por aquellas playas de Torremolinos en los años 60'. ¿Ya lo tienen? Pues muy bien... hoy he venido aquí a hablar de "Los Imputados". ¿Qué les parece? Sí, los imputados en política, esos personajes tan característicos y con un perfil tan bien definido que hacen ver que siempre guardan silencio porque "respetan las decisiones judiciales" (¡ustedes no me ven, pero me estoy partiendo de la risa!). Y ahora viene lo mejor (jo-jo-jó): cuando al que imputan es del partido opositor al de uno mismo, se pide incondicionalmente la dimisión (¡que dimita, que dimita!)... Venga, vamos todos en bloque que así se nos escucha más (y no parece que estemos haciendo tanto el ridículo): ¡Que dimita, que dimita! Pero ojo que cuando es del mismo partido, un colega de filas, un camarada... ay, ay ay, entonces no: entonces el o la juez NO tiene motivos para dicha imputación, ¡¿será_posible?! Y en todo caso, total, ya ves qué problema, "si estar imputado es sólo ir a declarar con un abogado". Pues esto que les acabo de exponer forma parte también de lo que se conoce como hacer la Política. Ahora ya pueden darse un bañito que "hase musha caló"...