Con esta crisis económica, financiera y política en la Vieja Europa (y la Nueva también) han desaparecido de los telediarios las tristes noticias, por ejemplo, del África más profunda: ésas que antes nos concienciaban, por lo menos, a no gastar tanta agua ni a desperdiciar la comida. Pues bien, llevo unos días viendo lo que está aconteciendo en Egipto, su 2º Primavera Árabe, y me siento desolado. Con la poca información que tengo, que es más aún de la escasa que nos llega, no me voy a posicionar, pero ayer mismo vi un vídeo en el cual un militar disparaba a un periodista y lo abatía mientras estaba grabando lo que estaba pasando... ¡y me quedé KO! Unos lo denuncian y otros dicen que está manipulado... ¡Me da igual! Esta misma mañana no daba crédito al ver como tiraban desde una torre al vacío a otras personas, egipcios contra egipcios, y yo me pregunto: ¿Cuánto queda para que aquí veamos imágenes así? Mejor dicho: ¿Cuánto dinero queda por robarle al pueblo para que la gente se vuelva loca? No estamos tan lejos del terror... (ni del horror, como diría el coronel Kurtz).
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