Tormentas de verano... no hay quien las entienda. ¿Pero no eran en septiembre? Y yo mientras, dormidísimo, pensando "¿qué era antes, el rayo o el trueno?"... y así, contando rayos, truenos y centellas (o relámpagos, según la intensidad) pues me he vuelto a dormir. Eso sí, algún susto que otro con el estruendo me he llevado.
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