Creer o no creer... tener fe o no tenerla. No hablo únicamente de religión; hoy escribo sobre uno mismo y la auto-confianza que deberíamos tener, según el tipo de persona que seamos. Porque ante las adversidades de la vida, y mientras no esté todo perdido, hay que seguir intentándolo... siempre. Desde luego las lamentaciones sólo deberían venir cuando uno ni lo ha intentado (o cuando se lo han arrebatado sin motivo alguno... véase a diario las noticias por la televisión). Aquí tomo prestado el título de uno de los discos de Extremoduro y digo: "Yo, minoría absoluta".
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