Éste es uno de esos típicos casos en los que tú puedes elegir dos opciones (¡Ojo! Repito: tú puedes elegir): la A o la B. La opción A te dice que te quedarás sentado (delante del ordenador) quejándote de todo y discutiendo con todos por todo, porque nada tiene arreglo y todo es una mierda. En parte tendrás razón, pero los que te rodean no tienen la culpa de todo lo que te sucede. La opción B te dice que te levantarás y andarás (¡venga, va... anda!). ¡Sí, andarás en busca de una alegría! Una alegría que compartir con los demás... una alegría que disfrutar y que llevarte al cuerpo (porque de vez en cuando, también te la mereces). ¡Alegría! Y camina caminante para que tus sueños se hagan realidad... y no se diluyan entre quejas (entre tus propias rejas).
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