Martes. Seguimos (sigo) arreglando un Mundo que no tiene arreglo, pero por lo menos nos puede hacer más humanos... ¡Nosotros somos los que podemos serlo... queriendo! (no vayamos ahora echándole la culpa al Universo...). Ayer se me olvidó decir que durante esta semana hablaré en términos generales, y que siempre puede haber quien diga: "Ah, pues yo no soy así". ¡Vale, muy bien...! Pero es que ésta es solamente mi humilde opinión... y me apetecía escribir algo un tanto más profundo y reflexivo (aunque sepa que mis palabras no llegan a multitudes y que lo que aquí escribo no trascenderá por los siglos de los siglos... pero no por eso voy a dejar de escribir). Interpretaciones se le pueden dar tantas como las personas que se pasen por aquí... e incluso varias por día, así que no te lo tomes como algo personal: me gusta pensar en global... de arriba a abajo.
La segunda de esas cosas que me hacen sentir que algo está fallando entre las personas es la paciencia... mejor dicho: la falta de ella. Y hoy sólo voy a ofreceros una breve pincelada, porque tengo la sensación de que cada vez más carecemos de ella... y algunos dicen que es la madre de la ciencia. ¡Así cómo vamos a progresar! (... a prosperar).
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