Últimamente he estado escuchando y leyendo mucho de 'Marca España', y no me refiero al diario deportivo. Pues bien, ayer cuando Rafa Nadal ganó su 8º Roland Garros, y con La Copa de Los Mosqueteros entre sus manos, mientras sonaba el himno sus ojos se volvieron cristalinos. Supongo que mucha gente en este país se emocionó durante la ceremonia y se olvidó de sus graves problemas económicos y de esta crisis de mierda... Por más que muchos lo odien, ese subidón también lo da el deporte (hacerlo y verlo), al igual que lo puede dar un peliculón, un temazo que bailarás frente al espejo, sentirse orgulloso por el deber cumplido, un abrazo cariñoso, o pasar unos días con la familia... Los problemas no se van, pero por un instante podemos ser un poquito más felices.
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