El gran Jorge Negrete cantaba 'Jalisco no te rajeees'... pues bien, el árbitro que nos pitó contra Brasil en México'86 bien que se rajó en la ciudad de Jalisco, tras el golazo de Michel que no dio por bueno, cuando se ve claramente que la pelota entró, como diría McEnroe. Aquel verano, un niño de 8 años, es decir yo, rompía a llorar tras el pitido final sin entender porqué nos habían robado el partido contra la todopoderosa Canarinha. 27 años después, hoy, nos volvemos a ver las caras en partido oficial, y pase lo que pase las cosas han cambiado mucho... ¡muchísimo! Nuestra selección ya no tiene miedo de jugar contra Italia o contra Brasil, y sale al campo de tú a tú, dando más o menos espectáculo, pero ofreciendo un fútbol casi siempre vistoso, con doble pivote o sin él, con 9 o sin él, con Casillas o con Casillas... porque las cosas han cambiado, y mucho. Y hoy, 27 años después de aquel partido en el que perdí mi inocencia futbolística, ganemos o perdamos, me sentiré muy orgulloso de mi Selección Española! Está claro que el fútbol es (o debería ser) "lo más importante de las cosas menos importantes", pero siempre saco la conclusión final: dados a elegir, es mejor ganar que perder.
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