lunes

Día 20121015

Muchas son las inquietantes preguntas que surgieron a raíz del "espectáculo" dominical ofrecido por un tal Felix Baumgartner, natural de Salzburgo como Mozart, tras lanzase al vacío rompiendo la barrera del sonido... sin tratarse de un tertuliano cualquiera de la televisión: un hito estratosférico. Pero hoy solamente me voy a hacer eco (eco, eco) de una de ellas.
     Hasta ayer, la altura máxima desde la que un humano se había arrojado en paracaídas con éxito al vacío era de 31.333 metros y databa de 1960 cuando fue el norteamericano Joe Kittinger quien osó volar. Ayer, cuando acabó todo y puso los pies en la tierra el amigo Felix (sin ninguna frase memorable que pase a la Historia) una instantánea duda surgió en mí tras verle ascender hasta los 39.068 metros batiendo dicho récord de salto de altura o de caída libre: ¿La cápsula con la que logró la hazaña es compatible con la Nespresso?

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