Advertencia: Esto no es otro cuento chino...
¡¡¡Cuántas veces hemos oído decir a alguien eso de "es que cada vez que habla sube el pan"!!! Pues sí... muchas, ¿verdad? Pero es que hay ciertos personajes con grandes dosis de relevancia que acaparan portadas de periódicos y telediarios a diario y que cada vez que abren la boca la lían (es el famoso "calladito estás más guapo"). Y no, hoy no he venido aquí a escribir de políticos eh... aunque también les valdría esta breve introducción metafórica. Hablo de Mourinho, entrenador del Real Madrid Club de Fútbol (y quién sabe si también presidente en la sombra para ciertos temas deportivos del equipo más laureado de Europa).
Conversando con un muy buen amigo mío le dije una vez que siempre había pensado que Guardiola y Mourinho eran el superhéroe y el villano de la película, respectivamente. Claro está, Pep, como todo superhéroe, tenía también un lado oscuro que pudimos ver (y sentir) y José, como sucede con los típicos villanos de manual, poseen en algún momento un lado amable que sacan a relucir en determinados momentos. Y esta teoría que en un principio estaba al 99 a 1 a favor del entrenador del Barça llegó a situarse en ocasiones en un 70-30 o 60-40 aproximadamente. Me refiero a tantos por ciento ¿Se me entiende? Espero que sí... porque a la conclusión que llegué es que ni uno era tan, tan, tan bueno ni el otro el demonio personificado. Simplemente eran complementarios cuando salían a ruedas de prensa (ejem ejem): uno las lanzaba sutilmente y el otro con armas de destrucción masiva (otra tema sería hablar de los estilos futbolísticos que cada cual defiendía... debate real_mente apasionante para otro día).
A lo que voy. Guardiola abandonó el barco azulgrana la temporada pasada tras su impresionantemente exitosa andadura y después también de que el Madrid ganase la Liga (o lo que es lo mismo: que el Barça la perdiera) y Mourinho dejó de ser el mismo ogro de antaño... para tristeza de los medios de comunicación y parte del respetable que disfruta con ciertos espectáculos dantescos. Pues bien, aunque 'Mou' ya no le meta el dedo en el ojo a nadie ni lance dardos envenenados dirección Camp Nou, ahora le ha tocado el turno a los suyos... buenos a los suyos, a los que según él hacen ver que son merengues (merengue) pero es sólo una pantomina (eso sí, sin dar nombres... para que nadie se enfade -valga la ironía-): 'Cuanto más conozco al Madrid siento que hay más madridistas disfrazados'. Llega el Carnaval a la Casa Blanca... Sin comentarios.
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