¡¡¡Todo es mentira!!! Y mira que se veía venir. ¿Cuántas veces está en boca de todos algo sorprendente que nadie se cree y que acaba siendo un fraude? Este hecho sucede mucho en política, si hablamos de corrupción (sólo hay que estar atento a las noticias). Pues bien, han desposeído al ciclista norteamericano Lance Armstrong de sus 7 Tours de Francia... catalogado por muchos como un auténtico superhéroe, un mito, un ejemplo a seguir por todos (tras superar un cáncer que casi le retira de la práctica profesional), y al que yo no pienso juzgar más allá de lo que nos van contando (¿será o no será ahora la verdad de los hechos?).
Sí, todo este circo ha acabado por destapar a un "deportista" tramposo y a su séquito maligno de doparse hasta las cejas, pero ¿nadie se dio cuenta cuando estaba en activo? ¿Ningún "compañero" tuvo el valor de denunciarlo? Por qué cuando este tipo simpáticón arrasaba en todas las carreras que corría no volaba sobre él la sospecha de fraude. Y lo más sorprendente es que por lo civil o por lo penal pero logró pasar más de 200 controles antidoping... No sé. Más de uno (y de dos) tendrían que pasar por el aro, y no solamente él. Y que conste que me parece muy bien que le quiten hasta lo "bailao" y que tenga que devolver los trofeos que ganó, si todo es como se está contando ahora, pero no estaría mal aplicar esto mismo a aquellos que roban dinero público y que, normalmente, no son ni condenados (y no daré ejemplos). La vox populi aclara y reclama: ¡¡¡Que devuelvan el dinero!!! Y mientras ellos y los que les protegen se hacen los suecos desde su paraiso (fiscal).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Somos lo que pensamos y también lo que decimos...