Recuerdo que tal día como hoy, hace 23 años, me llamó mi hermana por teléfono a mi casa y no pude dejar de llorar cuando me dio la fatal noticia... ¡¡¡No lo olvidaré nunca!!! Es que no lo quiero olvidar nunca: Hablo de Fernando Martín, mi primer gran ídolo.
Yo con 11 años y casi 180 centímetros de altura comenzaba a tener claro que el fútbol no iba a ser lo mío, y si acaso de portero... ¡¿Tal vez lo sería el baloncesto?! Tenía que probar, porque siempre me ha gustado ver qué pasa y no quedarme con las ganas. ¡O así quiero recordarlo! Y mis dos mejores amigos del colegio y yo (Juanito & Víctor) nos hicimos del equipo del baloncesto, en Escuelas Pías (Castellón)... y no se nos daba nada mal (modestia aparte): Llegamos a ser campeones de Castellón y provincia... Eso sí, salimos fuera y nos machacaron jajajaaa
Por aquel entonces, en España había un deportista que brillaba por encima de estrellas de cine o de fútbol; como diría Cristiano Ronaldo: era guapo, rico y famoso... y odiado por ser un transgresor. ¡Míticos fueron sus duelos con el pivot del Barça Audie Norris! Él era Martín, Fernando Martín, el único españolito que había tenido "huevos" de cruzar el charco y pelear por jugar unos pocos minutos en la NBA, con los mejores jugadores del Planeta, aun teniendo que decir "hasta luego" a su amada Selección. ¡Qué jugón! Y para un chaval que comenzaba a aprender a botar la pelota y a tirar a canasta, aquel armario ropero con tanto talento, y encima del Real Madrid, era una auténtica referencia. Y yo no podía dejar de llorar cuando mi hermana me digo que había fallecido en un accidente, al salirse con su coche de una curva conduciendo por Madrid. Y recuerdo también que hace años pasé por aquel maldito lugar, con mi querido amigo Vicente, madrileño y madridista, y sentí que la emoción me desbordaba... como ahora.
Mucha gente que ni practica ni ama el deporte como aficionado tacha todo lo que huele a su esencia, criticar por criticar, cuando de las mejores cosas que este país no ha dejado de darnos nunca, arrasado por los políticos y sus séquitos, ha sido buenos deportistas, ídolos a los que seguir, mesías a los que aferrarse en los malos momentos... también como ahora. ¡¡¡Gracias Fernando!!! DEP maestro...
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